Conclusión

                                                              Conclusión




Existen dos tipos de tarjetas gráficas, aceleradoras e integradas. Las primeras poseen GPU, memoria RAM propia y una interfaz de conexión, son programables (ejecutan instrucciones por hardware), muy eficientes y realizan cálculos mas rápido que un CPU convencional. En cambio las tarjetas integradas no poseen un GPU propiamente tal, las instrucciones a diferencia de las aceleradoras, las ejecutan por medio de emulación, el trabajo lo hace mayoritariamente el procesador central y la memoria ram la extraen del sistema principal, son más lentas y menos eficientes.

Para un individuo que busca altas prestaciones, como diseño gráfico, edición de vídeo o fotografías, es imperativo el buscar una tarjeta gráfica que posea un GPU tan poderoso como se pueda, y esto acompañado con memoria RAM de vídeo suficiente.

Para un usuario normal, que se dedica a usar procesadores de texto, presentaciones, navegar por Internet y utiliza aplicaciones de oficina, no necesita obtener una tarjeta de video con un GPU dedicado, solo bastará con una tarjeta integrada que presenta sin problemas gráficos en dos dimensiones.

Finalmente para usuarios normales pero que ocupan un computador para juegos, y particularmente los de última generación, están obligados a invertir en una tarjeta con un buen GPU, pues son los juegos quienes más exigen a una tarjeta gráfica.

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